Martin Bermudez Opiniones y Dudas

viernes, junio 05, 2009

Air France y algunos periodistas. Lo lamento.

Llevo varios años escribiendo, haciendo radio cuando puedo, apareciendo esporádicamente en la televisión , en síntesis, comunicando. Reconozco que es muy tentador usar un poco de humor negro, cuando uno quiere acentuar el impacto de una nota.De hecho, el humor ahorra extensión a muchas notas, resume, enfoca, realza, sintetiza, pero debería tener límites, cuando de vidas se trata. Subo a un avión para realizar un vuelo y me encuentro un ejemplar del diario argentino "Página 12", la tapa de un gusto definitivamente espantoso. Me quedo pensando por dos días, metabolizando la tolerancia y la bronca, para ver si logro un resultado superador; pero no logro otra cosa que sentarme a escribir, a ver si llego a alguna idea que calme mi desazón. Paradojas del destino, la prensa francesa es la que primero utilizó la fórmula del humor "crudo", desde los tiempos de "Le canard Enchainé". Francesa también es la aviación que sufrió un golpe que , por ahora, no tiene explicación. La tapa del diario tiene una foto de un avión y el título dice "Lost", remedando a una serie televisiva de culto. Mal momento para una mala broma. Leo una nota pletórica de metáforas, que solo remiten al miedo a volar, al temor atávico de quienes no pueden abordar un vuelo sin encomendarse a todo el santoral.No es una mala nota, seguro que no lo es. Pero el efecto que provoca en los lectores solo puede ser uno: ¿Y si me pasa a mí?No se me ocurre discutir las bondades de la pluma que desarrolla el artículo; transmite sensaciones, es efectista. Pero, más allá del sensacionalismo, que ha enriquecido a magnates como Rupert Murdoch, existen los hombres y su dolor. Merecen respeto. De nada me valdría adjetivar demasiado (aunque algo lo hago) a los autores de ese alegato de mal gusto.Dado que creo en ser positivo, solo puedo responder con las herramientas a mi alcance y el conocimiento de la industria aeronáutica, que he conseguido tras un cuarto de siglo de pasión aerocomercial. Ahora surgirán mil teorías conspirativas, diez mil, cien mil, todo lo que permita Internet.Pero no fué así como se construyó el sistema de transporte más seguro del mundo. Ha habido accidentes y los seguirá habiendo. Pero siempre aprendemos; desmenuzamos toda la información y corregimos, al menos, este problema para que no se repita. Y volvemos a despegar y a cuidar a nuestros pasajeros, nuestros clientes. La información adecuada y fidedigna llegará tarde o temprano y ya no merecerá un titular, porque las tapas hablarán de alguna otra catástrofe. Corregiremos la falla, si no fue provocada deliberadamente, pero mientras tanto, se sumará otro miedo, llevando a un grado superlativo la espantosa saga que comenzó con las Torres Gemelas. ¿Vale la pena vender más diarios jugando con los miedos de la gente? Se juega con la ignorancia, inevitable en una disciplina tan específica como la aeronáutica. En lo que a mí respecta, me parece que es al menos imprudente escribir sobre algo así, cuando en general la gente no sabe (ni está obligada a saber) ni siquiera el "principio de sustentación", que es lo que hace que un avión vuele. Lo lamento por Air France. Lo lamento por Airbus. Lo lamento por los tipos que juegan mal con el dolor. Lo lamento por los lectores. Lo lamento.


 
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