Martin Bermudez Opiniones y Dudas

lunes, marzo 06, 2006

Sobre espías, noticias y guerras.

“¿qué son los espías, los políticos y los periodistas, sino seleccionadores y manipuladores de la verdad según sus propias conveniencias?” John Le Carré. “El sastre de Panamá”. Luego de muchos años se supo: Graham Greene había sido espía. Claro que pocos tenían esa información cuando leyeron con entusiasmo (y cierto placer divertido) su novela “ Nuestro hombre en La Habana”. En ella se ridiculizaba al Servicio Secreto Británico (en realidad a todos los servicios secretos) poniendo en evidencia su fragilidad frente a la manipulación. La historia estaba ambientada en La Habana de Fulgencio Batista. El protagonista era Jim Wormold, un mediocre vendedor de aspiradoras, que era reclutado por un agente de campo inglés llamado Hawtorne. Ante la falta de información obtenida en la agitada Cuba pre-revolucionaria, el MI 5 (Servicio secreto Británico) forzaba a Hawtorne a crear una red de agentes locales. Claro que el vendedor de aspiradoras no tenía pasta de espía, pero servía para abultar una nómina. Era menester “generar” información. Wormold obtiene un plano secreto. La información vuela a Londres, donde los especialistas tratan de entender qué máquina representa el croquis recibido. Llegan a la conclusión de que se trata de una base secreta para lanzar misiles y esto genera un alerta inmediato. Luego de un relato lleno de excelentes semblanzas sobre la Cuba pre-Castro, caemos en la cuenta que se trató de un engaño y los planos enviados por Wormold eran en realidad: ¡planos de una aspiradora! Absurdo? Veamos... En la película “ El mañana nunca muere”, de la saga de James Bond, Tom Pryce interpreta a un villano estereotipado propietario de una cadena de medios. Supongo que el guionista debe haber pensado en una adaptación del temido Rupert Murdoch (magnate de los medios), a una trama conspirativa de espías. El siempre ganador 007 evita una manipulación global de titulares falsos que llevarían a una guerra entre Inglaterra y China. Fantasía? Bien... Veamos la trama de estos días: Diciendo que sus fuentes eran, nada menos, que el Foreign Office, Downing Street y el Ministerio de Defensa, tres diarios titulaban con grandes caracteres: “ Nueva amenaza a las Flalklands”. Vaya uno a saber qué oscuros intereses lograron que los periódicos “ Sunday Express”, Scotland on Sunday” y “ The Sun” echaran a correr una información tan sensible. Aducen que su fuente (aparentemente la misma para todos) les había hablado de vuelos argentinos para estudiar las defensas anti-aéreas, amén de maniobras similares efectuadas por un submarino argentino. Mencionan que la Fuerza Aérea Argentina ha duplicado su poderío en relación a la época de la guerra de Las Malvinas ( 1982). Deslizan también que la Nación Argentina podría (a cuantas guerras habrán llevado los “ podría”?) intentar aprovechar la cantidad de fuerzas que Inglaterra tiene concentradas en otros bonitos conflictos que supieron conseguir (véase Irak y otros tantos). Como condimento final, resaltan la exhortación del presidente Chaves de Venezuela (para algunos un buen aliado, para otros un salvavidas de plomo) para que Inglaterra “...devuelva las Malvinas...” Donde estará el archivo de “ Telenoche Investiga” ( programa periodístico de Canal 13-Argentina) que mostraba una Fuerza aérea casi desmantelada? La verdad es que estas versiones solo pueden ser creídas por gente que viva muy lejos de Argentina. El Presidente Kirchner podrá ser objetado por cuestiones políticas o podrá uno desaprobar algunos aspectos de su política de estado (cosa que he manifestado tantas veces consideré necesario), pero de ninguna manera podría pensar en una sandez de tamañas proporciones. Como hombre del sur, estuvo demasiado cerca de la guerra. Sabe lo que es ver a muchachos, virtualmente sin equipos, pelear una guerra absurda, producto de un sueño alcoholizado con ribetes demagógicos. No señores periodistas ingleses ( gracias a Dios no todos). No es verdad lo que livianamente publican. Esto no es una película de James Bond, ni Ustedes son Graham Greene. Esto es el mundo real, que demasiadas guerras tiene. Este es un país que trata de crecer, mirando un futuro de tolerancia, donde la palabra guerra sea de uso infrecuente. Demasiadas mentiras propias, con heridas difíciles de curar, como para sufrir por vuestras mentiras.


 
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