Cuando Beliz renunció.

EL SECRETO PEOR GUARDADO. Por Martín Bermúdez. “Algunas fotos desnudan más que otras” Funcionará el mundo sin servicios de inteligencia? Linda pregunta pero nula respuesta. Por lo menos, no este mundo. Quizás sea un tema de contexto y el actual no ayude para desentrañar esta duda que carcome no solo a los argentinos. Huelga decir que hasta el menos informado ha escuchado alguna vez en su vida sobre el accionar de grupos de inteligencia que realizaron actos alejados de todo principio humanitario . No puede atribuirse a ninguna nación el primer lugar en el ranking de la crueldad a la hora de ser permisivos con los oscuros actos de sus servicios o agencias gubernamentales responsables de “la inteligencia”. Innumerable es la lista de fracasos: Bahia de los Cochinos, Septiembre 11, 11M, crisis de misiles, Irán-Contras, Colombia y los Señores de la droga, AMIA, Embajada de Israel, Armas químicas en Irak, etcétera al cuadrado. La experiencia vernácula no ha sido de las mejores. Durante la dictadura fueron funcionales a la represión de estado ( siempre lo son) y sin embargo pocos fueron puestos al descubierto y muchos sobrevivieron y siguieron con su trabajo cotidiano, respondiendo al poder de turno toda vez que el mismo no toca sus intereses o presupuesto. Ahora bien, nada podemos decir con respecto a las bondades o no de estos servicios si nada sabemos sobre ellos. El “secreto” es la idea fuerza y el problema al mismo tiempo. Hace dos días apareció en todos los medios la foto de una mujer policia que había desbaratado una banda de secuestradores. Esa foto la convirtió en un blanco móvil. Dios la ayude, pero no caben dudas de que deberá cambiar de péinado, color de cabello y hasta dejarse el bigote a partir del momento de su “popularidad”. Lo mismo pasaría con un agente secreto cuya identidad se hiciera pública. Secreto y público no caben en la misma frase, contituyen un oximorón. La responsabilidad por el control de la actividad de los agentes secretos es del poder ejecutivo y poder controlarlos es una de las capacidades que debe tener todo político que se postule como candidato. La ausencia de esta capacidad, en la actual estructura, configura una discapacidad grave que debería conocer la ciudadanía lo antes posible para evitar males mayores. Si aceptamos que los servicios de inteligencia deben existir nuestra única capacidad de evitar los excesos es a traves de la gestión del gobierno. Si un Ministro saliente tiene datos para dar a conocer a la sociedad debe hacerlo. Hasta ahora solo se ha visto una foto de un agente que dejó de ser secreto y hemos adivinado una advertencia solapada: si no me dejan irme tranquilo voy a hablar ( esa es la sensación que queda). La obligación se extingue el día de la renuncia? Ya no hay carga pública? Como me fui, que se entere otro? Menudo favor hace a nuestros derechos la forma ostensible en que se cruzan señales actuales y ex ministros. Si el Señor Jaime ( desconozco cual es el número que tenía en la SIDE) es realmente lo que Beliz insinúa que es, entonces que Beliz lo denuncie. Si no lo es, de todas formas deberá cambiar de trabajo porque es el famoso secreto a voces ( o a fotos). Una vez más lo que sale dañado es la confianza pública. Beliz se retirará de la política, Stiuzzo se irá de la SIDE. Ninguno terminará en la indigencia y probablemente sigan gozando de un nivel de vida que muchos nunca podrán soñar. Quizás alguien reaccione y desde el ejecutivo “aclare”todo este tema. Quizás las hadas existen.