Somos derechos y humanos????
DERECHOS HUMANOS; UNA DEUDA EXTERNA DEL ALMA. Por Martín Bermúdez. Pedir no cuesta nada, habrá pensado alguno de los miles que durante los años de la dictadura manifestaron alrededor del mundo pidiendo por los Derechos Humanos en Argentina. Grandes cantidades de automóviles tenían un calco con la lectura “ LOS ARGENTINOS SOMOS DERECHOS Y HUMANOS “. Recibimos treinta mil dolorosos ejemplos de que esto no era así. Hoy el destino hace que nos toque a nosotros pedir por otros. En la República Popular China está ocurriendo una persecusión sistemática de miembros de un grupo practicante de una disciplina llamada Falun Dafa. De acuerdo a denuncias presentadas ante las Naciones Unidas, Amnesty International, Human Rights Watch y otros organismos de Derechos Humanos y habida cuenta del material probatorio existente de torturas, prision, mutilaciones, desapariciones y la muerte comprobada de más de mil personas, es necesario instar al gobierno chino a terminas con esta persecusión. Esta práctica es abiertamente violatoria de los principios de la sabia Constitución China. Se violan sistemáticamente muchos de sus artículos. Ahora bien: existe un dilema ético, o debería existir? Nadie en su sano juicio pensaría en cerrar sus contactos diplomátcos con una nación que está cerca de la pole position mundial y esto producto de su inmenso poderío económico. Sin ir mas lejos, la Argentina soja-dependiente tiene como principal cliente a China. El Presidente Kirchner hace de los Derechos Humanos un eje rector de su política de gobierno y esto es muy auspicioso en un pais con un déficit residual de los años de la dictadura militar. Incluso, ha impulsado la creación del Museo de La Memoria. Pero qué mejor manera de honrar la memoria que expresar nuestra clara postura acerca del problema chino? Y no solo es Falun Dafa, también por ejemplo está el Tibet. Ahora bien: queda lugar para la hipocresía? La idea es sencilla, asumimos que la milenaria civilización china tiene ó puede tener paradigmas muy diferentes a nuestra pedestre occidentalidad y tratamos de asumir la diversidad. Ello no obsta para que comuniquemos, aquellos que deberemos forzosamente negociar con ellos, nuestro absoluto repudio y exijamos la reparación de estos crímenes. Quede claro que el principal imputado en este tema e impulsor de estas prácticas de terrorismo de estado es el ex presidente chino Jian Zeming. Que probablemente la opinión pública del pueblo chino haya sido manipulada de la misma forma que lo fue en la Argentina durante el Proceso Militar no cabe ninguna duda. De la misma forma se trata de manipular la opinión pública alrededor del mundo. China no quiere una imagen impopular. Recientemente en mi programa de radio el Secretario de Cultura de La Nación Argentina ; Torcuato Di Tella, reconoció haber recibido advertencias de la Embajada China en Argentina para que no dejaran presentar en la Feria del Libro de Buenos Aires al stand de Falun Dafa. De hecho, el Agregado Cultural de la Embajada China, luego de varios días de dilación, se ha negado a concedernos una entrevista radial ( que generalmente duran en mi programa unos diez minutos) aduciendo que no tiene tiempo porque están preparando la recepción en Noviembre de la Delegación del Gobierno chino que visitará nuestro pais. De hecho, fuentes confiables han afirmado que dicha delegación, ante la posibilidad de participar en una Asamblea Legislativa, han exigido que no haya presencia de periodistas. Dato más que llamativo ya que soy el único periodista de Argentina y uno de los pocos de habla hispana que está tratando el tema. Muchos argentinos hoy deben su vida a que muchas personas en el mundo presionaron al gobierno militar. Irak, Guantánamo. Cuba, etc, etc, etc, Esa es nuestra más importante deuda externa. Es la primera a honrar. Si todo lo que hagamos para presionar al gobierno chino sirve para salvar al menos a un alma de la tortura, habrá valido la pena. Si sirve de ejemplo para las otras atroces violaciones que cometan otras naciones, mejor aún Si saldamos esa deuda, podremos decir que al menos somos humanos.