Martin Bermudez Opiniones y Dudas

jueves, febrero 23, 2006

El día de la madre.

Madre, hijo, chino. El chino es un idioma que reviste mucha complejidad a la hora de su aprendizaje. Quizás tenga esto que ver con que las construcciones del lenguaje escrito se generan a partir de ideogramas y no de palabras. Algunos autores hablan de que hay cerca de 5.000 símbolos básicos, pero en realidad se conocerían 50.000. Propongo el análisis de dos signos en particular: el de madre y el de hijo. Lejos de mi intención detener dicho enfoque en las características gráficas de ambos signos, pero muy cerca, la intención de analizar su interacción. De la combinación de las palabras “ madre” e “hijo” se obtiene la palabra “bueno”. La milenaria sabiduría china acepta la idea de que entre madre e hijo solo puede haber algo bueno. Probablemente se trate de la relación más irrestricta que una persona pueda concebir. Pero hablando de madres, no podemos olvidar que en Argentina se celebra el “Día de la madre” en estos días y algo más hay que hacer, amén de obsequiar afanosamente cuanto objeto esté a nuestro alcance. Si preguntáramos a una madre qué cosas la hacen feliz en realidad, probablemente encontraríamos muchas definiciones, pero un común denominador: la felicidad de sus hijos. Podemos aceptar como tácito que “la felicidad de los hijos” es un resumen que pretende abarcar : la seguridad, la salud, la educación, la libertad, la libre expresión (incluyendo el arte en todas sus disciplinas), la contención afectiva (no coartada por el pluriempleo de los padres) y la posibilidad de formarlos como hombres de bien; en síntesis: un futuro digno. Cuando una madre siente que no puede dar esas cosas a sus hijos no se siente plena. Más allá de los casos en que una madre debe afrontar sola la crianza de sus hijos, la lógica indica que esta tarea de formación de hombres le compete también a los padres, pero en cualquiera de los casos son la sociedad y el estado quienes deben garantizar la igualdad de condiciones para este fin. En este caso, más allá de los regalos deberíamos pensar qué hacemos cada uno de nosotros para que el “ día de la madre” sea feliz. Para esto no hace falta saber chino. Amén de bueno, madre e hijo significan familia para cualquiera, más allá de su país de origen o la lengua en que se exprese. Propongo garantizar para los niños el derecho a la inocencia y eso será para las madres un feliz día.


 
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