Acerca de los bloques regionales.

Justicia para integrarse. Quizás sea necesario salir de la enseñanza geopolítica convencional para descubrir el nuevo mapamundi. Acostumbrados como estamos a ver las naciones de hoy, olvidamos que en la historia muy reciente muchas de ellas eran provincias. También sucede que muchas provincias de algunos países, en algún momento fueron naciones independientes. Difícil tarea ensamblar etnias y religiones con diferencias radicales. Qué habrán pensado los habitantes de los reinos que luego se integraron en las naciones europeas? Sentirían lo que ahora sienten los habitantes de los países que conforman la Unión Europea? Quizás la U.E. sea el primer ejemplo del surgimiento de las mega naciones, una definición que nuestra educación tradicional todavía no supo asimilar. Así podrá ser el futuro del MERCOSUR. Lo de Europa ocurre ahora y sería bueno aprovechar la experiencia para disminuir los costos a futuro. Surge claramente que el camino de la integración es ineludible. Lo que no es ineludible es cometer errores. Uno de los errores más ostensibles es el no prever que la asimetría social y económica es una dificultad insalvable a la hora de integrar a los pueblos. Para ello tendríamos que transitar en soledad la primera parte del camino. En ese primer tramo debemos prepararnos corrigiendo nuestros problemas internos. Solucionar la exclusión social, la falta de educación y salud, la sub-alimentación y la desigualdad ante la ley es parte de nuestro primer desafío. No importando donde se encuentre el querido lector, seguramente su país será deficitario en alguno de estos tópicos. Es por esto que el desafío de la integración es de toda la humanidad y no de una sola nación. La humanidad somos nosotros. El día que logremos ser justos, la integración no será un problema.