El primer criado

Criados del honor. Federico II de Prusia, siendo aún un joven príncipe, escribió” El Antimaquiavelo”, preocupado por el indulgente cinismo con el que Maquiavelo aceptaba las conductas sin honor de los gobernantes. Sentía que algo debía hacer ante una enseñanza que, entendía, proponía el deshonor como herramienta. Envió su manuscrito a Voltaire para su corrección y este prefirió llamarlo” Ensayo de crítica sobre Maquiavelo”. Este eximio francés editó y publicó en dos ocasiones la obra de Federico, explicando que “Siendo el veneno de Maquiavelo demasiado público, era preciso que su antídoto lo fuera también…” El libro fue escrito en 1738 (Circa), pero la intención de Voltaire continúa vigente. Siendo el veneno de los gobernantes sin honor demasiado público, es preciso que su antídoto lo sea también. Es en ese sentido que los hombres comunes debemos tomar el ejemplo y encarar todos los días la tarea de hacer público el honor, como ejemplo en cada una de nuestras profesiones y oficios. Protagonizar la construcción de una sociedad con sentido épico y romántico implica un respeto irrestricto de los valores, pero también es necesaria la manifestación pública del repudio a las conductas moralmente reprochables. El ejemplo y la palabra confluyen en la educación como llave liberadora. “Porque ocurre que el soberano, muy lejos de ser al amo absoluto de los pueblos que están bajo su dominio, no es de ellos sino el primer criado”- Decía Federico II. Pero el primer criado, deberá servir a un pueblo con honor y el mismo honor deberá ser construido por el pueblo.