Martin Bermudez Opiniones y Dudas

jueves, marzo 27, 2008

Las crisis y las políticas de estado.

España tiene inflación, creció en 2007 solo un 2 % y registra un índice de desocupación de un 8 %, que llega al 11 % en las Islas Canarias. La gente en Madrid se queja de la crisis. Queda claro que a cualquiera que venga de otros lares le resultará difícil creer los datos expuestos en el párrafo anterior. El consumo no frena, al menos en forma evidente. Hay un factor no poco importante a tener en cuenta: la industria de la construcción se ha ralentizado luego del boom de la última década. Era artificial el crecimiento de los precios, evidenciado con el derrumbe de las hipotecas sub-prime en Estados unidos. En marzo de 2007, cuando publiqué mi artículo “Sobre las crisis financieras y la vivienda de un hombre” (ver www.martinbermudez.blogspot.com) muchos decían que exageraba. A veces uno preferiría no tener razón, pero, “el tiempo es la verdad” (como decía un célebre periodista de La Nación). Sin embargo algo queda claro, se trata de la crisis de un sector y, definitivamente, no arrastra a todos los demás. Quizás, y solo quizás, esto tenga que ver con estructuras sólidas, a partir de políticas de estado que se piensan en términos del colectivo social y el fortalecimiento de las instituciones. Cuando se cumplen estas premisas es fácil separar lo urgente de lo importante. Antes de las elecciones del 9 de Marzo, la sociedad española estaba polarizada; ahora, se discute, debate, discurre el presente y futuro, pero los ferrocarriles funcionan, así como la infra- estructura vial, la seguridad, la salud, la educación, la energía (a pesar de la O.P.A. hostil sobre Endesa, que llevó casi tres años). Las vacaciones son un derecho de todos, la diversión, el arte, y el turismo, tienen entidad propia. No hay temas postergados; ni siquiera los que podrían ser considerados de segundo orden. No se vive la riqueza con culpa, se la re-distribuye, sabiendo que para eso es necesario generarla. Pero ¿cómo se genera riqueza sin confianza? En su libro “Así somos y así nos va…” el periodista Carlos Mira centra el problema de la confianza como punto de partida de muchos de los males que aquejan a la Argentina. ¿Podría Usted negarle la razón? Es evidente que muchas cosas caminan bien en estos últimos años en nuestro país. Pero eso no basta. Se ha sembrado la duda sobre lo que el gobierno comunica y esta duda es razonable, habida cuenta de que muchos temen señalar, desde los medios de comunicación, las desviaciones en materia institucional. Claro que esto es muy cómodo desde un escritorio en que el único interlocutor es un teclado; diferente cuando los lobbies operan tanto como los funcionarios que no nos gustan. Una política de comunicación sana sería beneficiosa para todos, oficialismo y oposición. Es evidente que el tema de la inflación es una crisis insoslayable, por más grande que sea el felpudo que use el Secretario de Comercio para barrer las señales debajo. Quizás el problema de la confianza nos torne incapaces de la herramienta democrática por excelencia: el consenso. Sin el mismo solo tendremos visiones escorzadas: veremos todo mal o todo bien. Mal podremos discutir el país que queremos si los que piensan distinto son enemigos. Hasta ahora, siempre he creído que la mejor forma de solucionar una crisis es ponerla sobre la mesa, mirarla bien y…discutir su solución.


 
Google